Haz de mi lo que quieras sea lo que sea, te doy las gracias.
Estoy dispuesto a todo.
Lo acepto todo, con tal que tu plan vaya adelante en toda la
humanidad y en mí.
Ilumina mi vida con la luz de Jesús.
Te confío mi vida. Te la doy.
Condúceme,
Envíame aquel Espíritu que movía a Jesús.
Me pongo en tus manos, enteramente, sin reservas, con una
confianza absoluta
Porque Tú eres... MI PADRE.